domingo, 20 de octubre de 2013

RÚBRICA COMO INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN SUPERIOR



TITULO: RÚBRICA COMO INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN SUPERIOR

RESUMEN

Cuando se habla de evaluación del aprendizaje, generalmente se hace referencia a herramientas de corte cuantitativo como las pruebas objetivas, o de corte cualitativo como los portafolios de evidencia, los ensayos o los informes, es común encontrar razones a favor y en contra de estos dos modelos de evaluación, tal vez porque en el ámbito educativo los expertos suelen tomar posiciones un tanto polarizadas que generalmente los llevan a defender una y atacar la otra. El propósito de este artículo no es hacer un abordaje sobre el debate entre estos dos modelos o paradigmas evaluativos sino más bien presentar, de manera teórica, un modelo de evaluación denominado rúbricas o matrices de evaluación que permiten una integración de dichos modelos y a su vez proporcionar indicaciones claras y precisas a los docentes en educación superior para su correcto uso y para la correcta replica dirigida a los estudiantes.
La rúbrica es un instrumento de evaluación auténtica del desempeño de los estudiantes, es un conjunto de criterios que se utilizan para determinar el nivel de ejecución al que llega un estudiante durante la realización de una actividad de aprendizaje. Se diseñan en forma de una matriz de evaluación que por un lado tiene los criterios a evaluarse y por otro, generalmente en la parte superior, los rangos que servirán para evaluar el dominio de cada criterio. 

PALABRAS CLAVE: Rúbrica, evaluación, educación superior

INTRODUCCIÓN

Aunque las rúbricas son una herramienta aplicable a diferentes campos de los procesos educativos, en este artículo se hace una presentación de la misma aplicable única y exclusivamente al proceso de enseñanza aprendizaje en educación superior.
Antes de ahondar en el tema de las rúbricas conviene referenciar el termino evaluación, que en términos educativos se define como “la acción permanente por medio de la cual se busca apreciar, estimar y emitir juicios sobre procesos de desarrollo del estudiante, así como sobre sus resultados con el fin de elevar y mantener la calidad de los mismos”.
En el contexto educativo, una rúbrica es un conjunto de criterios o de parámetros desde los cuales se juzga, valora, califica y conceptúa sobre un determinado aspecto del proceso educativo por lo que “las rúbricas también pueden ser entendidas como pautas que permiten aunar criterios, niveles de logro y descriptores cuando de juzgar o evaluar un aspecto del proceso educativo se trata”
En este sentido, se puede afirmar que una rúbrica “es una descripción de los criterios empleados para valorar o emitir un juicio sobre la ejecutoria de un estudiante en algún trabajo o proyecto”, dicho de otra manera, una rúbrica es una matriz que puede explicarse como un listado del conjunto de criterios específicos y fundamentales que permiten valorar el aprendizaje, los conocimientos o las competencias logrados por el estudiante en un trabajo o materia particular.

DESARROLLO

La evaluación es una de las acciones más importantes del proceso de enseñanza-aprendizaje porque se convierte en el motor principal del cambio de paradigma educativo. La evaluación debería ser un proceso continuo de reflexión tanto de quien aprende como de quien enseña. Es injusto pedir al alumnado que participe de una amplia gama de experiencias con el conjunto de competencias y después exigirle que demuestre todo lo que ha aprendido mediante unas pruebas estándar que se limitan a unas pocas destrezas o al recuerdo de información.
El docente ha de considerarse corresponsable de los resultados que obtengan sus estudiantes: no puede situarse frente a ellos como juez, sino con ellos como miembro de un mismo colectivo; su pregunta no ha de ser “quién merece una valoración positiva y quién no” sino “qué ayudas precisa cada cual para seguir avanzando y alcanzar las competencias deseadas”, lo que exige un seguimiento atento y una retroalimentación constante que reoriente e impulse la tarea. Esto es lo que tiene sentido en una situación de aprendizaje creativo, orientando la construcción de competencias.
Habrá que encontrar, pues, un equilibrio entre la necesidad de una evaluación continua y la disponibilidad real de tiempo para llevarla a cabo, lógicamente no es posible evaluar si se ha logrado cierta competencia si no se pueden observar conductas o productos relacionados con la misma. Es por ello que se necesitan elaborar instrumentos que den cierta garantía de estabilidad en las observaciones y que permitan hacer comparaciones entre estudiantes.  Una de las formas más interesantes de especificar los criterios de calidad en la evaluación de competencias es mediante la utilización de las rúbricas o matrices de valoración que facilitan la calificación del trabajo del estudiante especialmente cuando se trata de tareas complejas, imprecisas y subjetivas. La rúbrica puede definirse como un conjunto de criterios específicos que permiten valorar los aprendizajes, los conocimientos y las competencias, logradas por el estudiante en un trabajo o asignaturas. La matriz o rúbrica de valoración sirve para averiguar cómo está aprendiendo el estudiante, pudiendo considerarse como una herramienta de evaluación formativa (Andrade y Du 2005).
DEFINICION
Como señalan Torres y Perera (2010, 142)  la rúbrica es un instrumento de evaluación basado en una escala cuantitativa y/o cualitativa asociada a unos criterios preestablecidos que miden las acciones del alumnado sobre los aspectos de la tarea o actividad que serán evaluados. Básicamente, existen dos grupos: las holísticas, que tratan de evaluar el apren­dizaje o competencia desde una visión más global, y las analíticas, que se centran en algún área concreta de aprendizaje. Además, nos permite diseñarla para tareas amplias o específicas.
Las rúbricas son guías precisas que valoran los aprendizajes y productos realizados. Son tablas que desglosan los niveles de desempeño de los estudiantes en un aspecto determinado, con criterios específicos sobre rendimiento.
Indican el logro de los objetivos curriculares y las expectativas de los docentes. Permiten que los estudiantes identifiquen con claridad la relevancia de los contenidos y los objetivos de los trabajos académicos establecidos.
En el nuevo paradigma de la educación, las rúbricas o matrices de valoración brindan otro horizonte con relación a las calificaciones tradicionales que valoran el grado de aprendizaje del estudiante, expresadas en números o letras.
Cualquier rúbrica debe considerar las siguientes premisas: ser coherente con los objetivos educativos que se persiguen, apropiada ante el nivel de desarrollo de los estudiantes, y establecer niveles con términos claros.
Como instrumentos de evaluación formativa facilitan la valoración en áreas consideradas subjetivas, complejas o imprecisas mediante criterios que cualifican progresivamente el logro de aprendizajes, conocimientos y/o competencias valoradas desde un nivel incipiente hasta experto.

TIPOS DE RÚBRICA

La rúbrica global, comprehensiva u holística hace una valoración integrada del desempeño del estudiante, sin determinar los componentes del proceso o tema evaluado.
Se trata de una valoración general con descriptores correspondientes a niveles de logro sobre calidad, comprensión o dominio globales (Tabla 1). Cada nivel se define claramente para que los estudiantes identifiquen lo que significa. La rúbrica holística demanda menor tiempo para calificar, pero la retroalimentación es limitada. Es recomendable utilizar esta rúbrica cuando se desea un panorama general de los logros, y una sola dimensión es suficiente para definir la calidad del producto.


La rúbrica analítica se utiliza para evaluar las partes del desempeño del estudiante, desglosando sus componentes para obtener una calificación total. Puede utilizarse para determinar el estado del desempeño, identificar fortalezas, debilidades, y para permitir que los estudiantes conozcan lo que requieren para mejorar. Estas matrices definen con detalle los criterios para evaluar la calidad de los desempeños, y permiten retroalimentar en forma detallada a los estudiantes.
Además, cada criterio puede subdividirse de acuerdo a la profundidad requerida.
Se recomienda utilizar la rúbrica analítica cuando hay que identificar los puntos fuertes y débiles, tener información detallada, valorar habilidades complejas y promover que los estudiantes autoevalúen su desempeño.

La rúbrica presenta tres características clave:
Criterios de evaluación. Son los factores que determinarán la calidad del trabajo de un estudiante. También son conocidos como indicadores o guías. Reflejan los procesos y contenidos que se juzgan de importancia.
Definiciones de calidad. Proveen una explicación detallada de lo que el estudiante debe realizar para demostrar sus niveles de eficiencia, para alcanzar un nivel determinado de los objetivos. Estas definiciones deben proporcionar retroalimentación a los estudiantes.
Estrategias de puntuación. Se consideran cuatro niveles: desempeño ejemplar; desempeño maduro; desempeño en desarrollo y desempeño incipiente.
¿CÓMO SE ELABORA LA RÚBRICA?
1. El primer paso es determinar objetivos del aprendizaje.
2. Identificar los elementos o aspectos a valorar.
3. Definir descriptores, escalas de calificación y criterios
4. Determinar el peso de cada criterio.
5. Revisar la rúbrica diseñada y reflexionar sobre su impacto educativo.
Ventajas
• Se identifican claramente objetivos docentes, metas y pasos a seguir.
• Señala los criterios a medir para documentar el desempeño del estudiante.
• Cuantifica los niveles de logro a alcanzar.
• Se brinda retroalimentación luego de identificar áreas de oportunidad y fortalezas.
• Disminuyen la subjetividad de la evaluación.
• Permite autoevaluación y co-evaluación.
Desventajas
• Requieren mucho tiempo para su elaboración.
• Es necesaria la capacitación docente para su diseño y uso.

Tabla 1. Ventajas del uso de  las rubricas en el proceso educativo
1.      Son una poderosa herramienta para el docente que le permite evaluar de una manera más objetiva, pues los criterios de la medición están explícitos y son conocidos de antemano por todos, no se los puede cambiar arbitrariamente y con ellos se hace la medición a todos los casos sobre los cuales se ofrezca emitir juicios.
2.      Promueven expectativas sanas de aprendizaje en los estudiantes pues clarifican cuáles son los objetivos del docente respecto de un determinado tema o aspecto y de qué manera pueden alcanzarlos los estudiantes.
3.      Permiten al maestro describir cualitativamente los distintos niveles de logro que el estudiante debe alcanzar.
4.      Permiten que el estudiante evalúe y haga una revisión final a sus trabajos, antes de entregarlos al docente.
5.      Indican con claridad al estudiante las áreas en las que tiene falencias o deficiencias y con esta información, planear con el docente las correcciones a aplicar.
6.      Proveen al maestro información de retorno sobre la efectividad del proceso de enseñanza que está utilizando.
7.      Proporcionan a los estudiantes retroalimentación sobre sus fortalezas y debilidades en las áreas que deben mejorar.
8.       Reducen al mínimo la subjetividad en la evaluación.
9.      Promueven la responsabilidad.
10.  Proporcionan criterios específicos para medir y documentar el progreso del estudiante.
11.  Son fáciles de utilizar y de explicar.
Adaptado de Mertler, Craig A. (2001). Designing scoring rubrics for your classroom. Practical Assessment, Research & Evaluation, 7(25). Recuperado del sitio http://pareonline.net/getvn.asp?v=7&n=25

E-RÚBRICAS, HERRAMIENTAS WEB PARA ELABORARLAS

Es común consultar rúbricas impresas o ejemplos digitalizados y disponibles en Internet. Cuando las rúbricas se elaboran con herramientas digitales para utilizarse en entornos virtuales o en línea, se denominan e-rúbricas. Éstas son interactivas, se evalúan rápido, sin esfuerzo, brindan inmediatez en la retroalimentación, y el docente identifica las áreas a fortalecer oportunamente a diferencia de las rúbricas impresas, que requieren mayor tiempo para procesar los resultados. Existen diversos programas y herramientas digitales para realizar rúbricas de forma sencilla, rápida y eficiente. La mayoría son gratuitas o la licencia de uso es de bajo costo. Destacan las siguientes herramientas por su popularidad, facilidad de uso y calidad en los productos creados.
La rúbrica al hacer una descripción detallada del tipo de desempeño esperado, permite una retroalimentación precisa, la cual favorece en los estudiantes una autoevaluación y el monitoreo de sus avances y obstáculos, en el proceso de aprender. Además, las herramientas Web para el diseño de rúbricas empoderan al docente, el estudiante y a la institución, y promueven la cultura de la evaluación auténtica en la educación superior.

CONCLUSIONES

Para que la evaluación pueda jugar un papel positivo en el proceso enseñanza aprendizaje de competencias en educación superior debe reunir algunas características básicas entre las que destacaremos:
·         Ha de ser percibida como verdadera ayuda, generadora de expectativas positivas, y no como enjuiciamiento externo.
·         Ha de ir más allá de lo que supone la actividad individual de los estudiantes. La aceptación de la evaluación como algo necesario para alcanzar las competencias se ve favorecida si se comienza evaluando aspectos distintos de la actividad individual (interés de las actividades propuestas, intervenciones del docente…).
·         Ha de extenderse a todas las dimensiones que conforman las competencias -aspectos conceptuales, procedimentales, actitudinales, afectivos- rompiendo con el reduccionismo habitual de centrarse en lo más fácil de medir.
Por ello, ha de utilizarse un conjunto de técnicas e instrumentos de evaluación que vayan más allá del tradicional examen y que permitan recoger información sobre el proceso de adquisición de competencias, dado el carácter multidimensional de las mismas.  Dentro de este conjunto de técnicas evaluativas, una rúbrica constituye un instrumento útil para favorecer el aprendizaje de competencias en cuanto que permite:
·         Poner de relieve y reforzar las competencias que ya se manejan.
·         Detectar dificultades de los estudiantes y reorientar su trabajo.
·         Favorecer la autorregulación de los estudiantes.
·         Transmitir expectativas positivas sobre la adquisición de conocimientos y su evaluación.

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